lunes, 9 de abril de 2012

Santa paciencia...

"La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces". Proverbio persa




 ¡¡¡Quiero esto, y lo quiero YA!!! 

Eso es lo que personas como yo tenemos en mente siempre. La palabra "paciencia" no entra en nuestro vocabulario del día a día. Las ansias de tener algo o conseguir llegar a una situación que anhelamos nos hace perder la cabeza. Nos volvemos locos, nos desesperamos, nos deprimimos, nos damos de cabeza contra un muro si hace falta, es imposible no estar tranquilo en esta situación.

Después pensamos: ¿Qué ganamos desesperandonos? Todo vendrá cuando tenga que venir, no por enfadarnos va a llegar antes. Y sí, es cierto, pero algo tendremos que hacer mientras esperamos, y no podemos estar entretenidos a todo momento, habrán momentos en los cuales no sabremos que hacer y nos pondremos a pensar y a pensar... ¡Ahí es donde caemos en esa desesperación!  

Y la mayoría de las veces por culpa de esas ganas de tenerlo todo ya, sin esperar, cometemos errores de los cuales nos arrepentimos después. Errores que nos deberían de dar una lección. Después de estos errores deberíamos decir: Bueno, hay que saber ser paciente, tienes que aprender, si no te pasará lo que ya te pasó cuando no supiste esperar y por querer adelantar las cosas la cagaste. Pero ¿qué pasa? Que no aprendemos nunca. Seguiremos cometiendo los mismos errores una y otra vez. Porque en nuestra naturaleza no está el saber esperar sentado a que vengan solas las situaciones.

A veces el destino o quien quiera que sea es bueno (o malo depende de cómo se vea) y te va dando pequeñas dosis de eso que tanto anhelas hasta que finalmente lo obtienes del todo. La verdad es que no sé qué es peor, si ir recibiendo poco a poco y que cada vez se te pongan los dientes mas largos diciendo: ¡Joder! ¡¿Cuándo llegará del todo?!  o por otra parte, si no lo obtienes ni poco a poco, que te vas a desesperar igualmente pero cuando lo obtengas lo recivirás con mucha más emoción.

Sea como sea, yo he sido impaciente siempre y lo seguiré siendo toda mi vida por desgracia. Así que me seguiré dando cabezazos contra las paredes esperando a que lo que tanto ansio llegue de una vez.  


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